CEREMONIA DE GRADUACIÓN DE UNA CLASE DE
QUINCE (15) OFICIALES, DE UN BATALLÓN DE
250 SOLDADOS Y
PRESENTACIÓN DE LOS GALARDONADOS DE
50 ASPIRANTES SUBOFICIALES
INTERVENCIÓN DEL COMANDANTE EN JEFE a.i.
DE LAS FUERZAS ARMADAS DE HAITÍ
Un (1) año, nueve (9) meses después del histórico decreto presidencial del 15 de noviembre de 2017, que restablece las Fuerzas Armadas de Haití y,posteriormente, el nombramiento de un Comandante en Jefe; casi un(1) año y medio, desde la creación de un Estado Mayor, constituyendo así el Alto Mando, estamos orgullosos de darle la bienvenida esta mañana a esta ceremonia que marca la integración en las Fuerzas Armadas de Haití de quince (15) nuevos profesionales (médicos,ingenieros, agrónomos y otros) y de los doscientos cincuenta (250)soldados de la nueva generación.
Sin recursos, ya que todavía no tenemos presupuesto, hemos sido entrenados por el Ministerio de Defensa en su tenacidad, determinación, temeridad incluso,para materializar una agenda establecida conjuntamente con el Ministerio deDefensa de México. Para llegar a la cita de hoy, el camino ha sido difícil. Lascondiciones han sido extremadamente difíciles. Y fue necesario el espíritu desacrificio de oficiales y soldados de la antigua generación que tomaron el relevode los formadores mexicanos a quienes se encomendó la formación inicial deestos soldados.
Nos complace saludar, por cierto, la disponibilidad, dedicación y profesionalidad de estos militares extranjeros. Tampoco queremos pasar por alto la contribución del Embajador Guy Lamothe, quien no ha escatimado esfuerzos para hacer efectiva la cooperación militar haitiano-mexicana.
Es cierto que con la presencia entre nosotros del recién nombrado agregadomilitar mexicano, el General de Brigada, Marco Antonio Chávez, esta cooperación se desarrollará por el mayor bien de Haití en general, y en particular por el de las renovadas Fuerzas Armadas de Haití.
Y hoy tenemos un pensamiento especial para un actor no menos importante de esta cooperación quien se ha ido hace poco más allá, es Su Excelencia, el Embajador Mexicano en Haití, Héctor Manuel Rodríguez Arellano.
Con su permiso Excelencia, y si Vuestra Excelencia nos quiere acompañar, nos gustaría invitar a la asistencia que observe un minuto de silencio por la memoria de este gran amigo de Haití.
Damas y caballeros de este primer contingente, ustedes son los primeros testigos de esta difícil hazaña, porque ustedes lo vivieron muy cerca. Y precisamente porque la situación no era fácil, los responsables tuvieron que hacer arreglos especiales para que la misión se cumpliera de todos modos.
Ustedes, aqui presentes esta mañana, tienen un gran mérito porque ustedes siguen fieles a la decisión tomada de unirse a la gran familia de las Fuerzas Armadas de Haití.
Desde el dia de hoy ya no hay reclutas, ustedes son soldados, pero las dificultades no han terminado por ello. Sí, ustedes terminan la formación, dejan el centro de reclutamiento, pero es una libertad que los coloca diariamente frente a su conciencia; una libertad que requiere que sean más responsables: responsables del ejército, responsables de sus soldados, responsables de los ciudadanos que cruzan la calle, en su vecindario, responsables de su familia. De paso, aprovecho para rogar a los amigos y familiares aqui presentes, que no se metan en contravenciones y otras querellas para llevarlos a nuestros jóvenes apenas egresados del centro de reclutamiento. No son jueces, no son fiscales del gobierno. En este sentido, ustedes los deben proteger. Si no los protegen, pueden ponerlos en graves problemas.
Sí, ya no estan en el centro, pero el trabajo apenas acaba de comenzar porque cuando ustedes están en el ejército, lo que se llama instrucción en formación cerrada , deportes, disciplina y cortesía militar constituyen su vida cotidiana. Y también ustedes tendrán que profundizar muchos de los temas anteriormente estudiados, estudiar muchos otros, para ser más competentes, más fuertes y más capaces de completar perfectamente nuestra misión. Y la misión es: Servir a la comunidad.
Para servir bien a la población, necesitamos las habilidades de algunos profesionales como ingenieros, médicos, agrónomos y otros, a los que hoy queremos solemnemente dar la bienvenida. Su presencia es indispensable para recibir nuestro Cuerpo de Ingeniería, nuestro Servicio de Salud y organiza rpronto nuestro Cuerpo de Agronomía.
Excelencia, distinguidos invitados, queridos familiares, nos complace compartir la obsesión que nos ha habitado en el Alto Mando, a lo largo de nuestra labor de reflexión, planificación, programación, la de comprometer a nuestros oficiales ysoldados en todos los rincones del país, en obras de reforestación, construcciónde carreteras, limpiar barrancos y lechos de ríos, proteger cuencas hidrográficas, proporcionando un marco adecuado para la población necesitada en los campos de la salud, de la agricultura y del medio ambiente. También estamos deseosos de cubrir nuestras fronteras terrestres, marítimas y aéreas, deconformidad con el deseo de la Constitución, tal como se subraya en el LibroBlanco y se recuerda acertadamente en la Orden Presidencial del 15 de noviembre de 2017.
Como Vuestra Excelencia lo sabe, la tarea es inmensa. Sin embargo, estamos decididos a luchar por este trabajo a pesar de la precariedad de los medios; por vocación, y sobre todo porque nos sentimos estimulados por la magnitud del desafío. Por lo tanto, deseamos que en un futuro muy próximo el Estado nos permita valorarplenamente nuestras capacidades: porque nos interesa encauzar las energías jóvenes que hoy acogemos oficialmente, por el mayor bien de la población haitiana. Con verlos en el entrenamiento, les puedo decir Excelencia, que están dispuestos de cuerpo, corazón y mente a contribuir a la supervivencia de Haití y a sudesarrollo.
Y como parte de esta emocionante empresa, quiero asegurarle Excelencia,que las Fuerzas Armadas de Haití están a su lado. Por mi voz, le dicen: ¡A SUSÓRDENES!
Gracias.
Base ANACAONA (Léogane), 14 de agosto de 2019
JODEL LESSAGE, Teniente General de las Fuerzas Armadas de Haití