PALABRAS DEL COMANDANTE EN JEFE a.i. CON MOTIVO DEL 18 DE NOVIEMBRE DE 2023, DÍA DE LAS FUERZAS ARMADAS DE HAITÍ
Excelencia, Señor Primer Ministro,
Señor Ministro de Defensa,
El decreto del 15 de noviembre de 2017, que removilizó las Fuerzas Armadas de Haití, autorizó todas las esperanzas para el futuro de la Institución. Sin embargo, con el paso de los años, está claro que nuestras debilidades y nuestras limitaciones siguen apareciendo ante nuestros ojos. Así se alarga el rosario de nuestros lamentos, obligándonos a conmemorar también hoy con sobriedad esta gran fecha histórica.
Más de uno recordarán los sollozos de revuelta de un Mayor de las Fuerzas Armadas de Haití ante la incapacidad de la Institución Militar para dar respuestas adecuadas a la inseguridad. Dos (02) años transcurrieron y la situación no ha cambiado: una población abrumada por la desesperación, consumida por el estrés, condenando legítimamente la falta de compromiso de las Fuerzas Armadas de Haití y convirtiéndolas en cómplices involuntarios de estos actores que aunan esfuerzos para prolongar su más que insoportable sufrimiento.
Es lamentable que en 2023 todavía nos veamos obligados a retransmitir las promesas de las más altas autoridades del país. Sin embargo, tenemos buenas razones para creer que las garantías dadas son muy serias. Por supuesto, algunos siempre replicarán que «todavía no estamos en casa aunque ya casi llegamos ». Pero, «no hay mal que por bien no venga». Mientras tanto, renovamos la firme seguridad de nuestra disponibilidad y, sobre todo, nos preparamos para aprovechar al máximo los equipos que nos llegarán en breve.
Procedente de un nacimiento extremadamente doloroso, el Estado de Haití siempre ha experimentado calamidades y tragedias, traducidas en interminables convulsiones sociopolíticas. Por y a pesar de las terribles condiciones de su realización, el surgimiento de nuestro Estado constituye fundamentalmente nuestra mayor escuela de formación como pueblo: una escuela hecha de sacrificio, de valentía, de superación, de determinación. No es de extrañar que cada vez podamos levantarnos y gritar “¡¡¡ADELANTE, ADELANTE!!! a la manera de François CAPOIS, después de que los cañonazos del ejército colonizador derribaran su caballo.
Nosotros, el ejército de Haití, nuestro destino es uno con el país. La historia de este ejército es una historia de tribulación, una historia de caída y renacimiento. A pesar de muchos problemas, de muchas dificultades, seguimos siendo imparables. Seguimos tan pobres como el país, a pesar de que a sus propios hijos se les unen los extranjeros para maltratarlos, haciéndolos subir al cielo por la espalda. Sí, hay unos pocos hijos del país, quienes tienen los ojos cerrados, la mente perturbada, se comportan como traidores al ejército. Se niegan a admitir lo que el ejército representa para ellos como haitianos.
Por otro lado, felicitamos a todos los haitianos que permanecen leales a los principios del GENERALÍSIMO DESSALINES, que entienden la necesidad de nunca dejar de luchar para que el país y su ejército sigan existiendo y fortaleciéndose cada día.
Sí, debemos seguir uniéndonos para enfrentarnos a todos aquellos que deciden trabajar para destruir a sus hermanos haitianos .
Un grandísimo saludo para ustedes, oficiales, suboficiales, soldados que decidieron ser leales, apegados a nuestra misión que es estar cerca de la población para servirla debidamente. Como siempre os pido, seguiremos preparándonos para mantenernos en forma física y técnicamente, para poder realizar el trabajo correctamente.
No dejaremos de saludar a todos los jóvenes mujeres y jóvenes hombres que se están preparando alrededor de la cancha porque tienen sed de participar en esta gran labor comunitaria nacional para que Haití siga con vida. Les pedimos que tengan paciencia.
¡¡¡VIVA EL PUEBLO HAITIANO!!!
¡¡¡VIVA EL EJÉRCITO DE HAITÍ!!!
JODEL LESSAGE, Teniente General, Fuerzas Armadas de Haití
Traducido al español por Gilbert Mervilus, traductor jurado